24.12.06

Lamento porteño.


Polo, ¿Porqué verga te moriste?

Chingada madre ¿Por qué verga te moriste?

¿No sabías que a tantos nos ibas a hacer falta?

¿No sabías la gran falta que nos ibas a hacer?

Puta madre, yo no entiendo porque se tienen que morir los hombres sencillos,

Las manos callosas, el alma entera.

Mira, yo digo que no debe morirse nadie pero menos tú,

Hombre de veras, cabal y digno.

Y te mueres, no mames, cuanto me duele eso.

Lloro como tortuga cuando caigo en la cuenta

Que la que canta es tu memoria,

Esa voz de pájaro sólo tu memoria.

Y en mi corazón brillando

Sobre un montón de estrellas

El tres que supo de desaires y sinsabores más que ninguno,

Invicto, sonorísimo,

Prendido a tu pregón humilde de guajiro natural…

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