Monche.

Estoy aquí con Monche sorteando un desaguisado
Monche llora y no sabe exactamente por qué
sus amigos la emprendieron después del año nuevo y seguramente se siente solo
En estos días no fuí a su casa porqué no había lugar en el patio
sus primos allanaron fraternalmente esa morada de sencillo vivir
El papá de Monche es un hombrazo de casi dos metros de estatura
y su mamá una mujer bajita a la que yo servía cuando bebé su pócima de anís estrella
para aquellos cólicos postnatales
ahí están con el batallándole la tristeza
llego y la escena me desconcierta
ver llorar a un niño no es una experiencia muy grata que digamos
menos tratándose de Monche que es parte de mi legado emotivo
Lo abrazo largamente trato de infundirle confianza
le convido pistaches que en la mañana traje para mis chavos
a petición expresa y como primera obligación de año nuevo
Su padre me invita totopos con bazofia que así le decía el mío al puré de papas
y poco a poco vamos creando en torno a Monche una atmósfera de respaldo
Estuve ahí durante buena parte de la tarde llorando sin derramar lágrimas
Ahora tecleo este reporte desde un aparato que responde al nombre de Familia Amaya
para luego tomar el rumbo de la hamaca descansar y disponerme mañana a un primer día de trabajo
desde luego sin perder de vista a Monche.