
¿Alguna vez pensaste que yo me iba a enfrascar en la ruta de los pájaros, madre, para salvar los cantos de la infancia, acunados a la luz de tu regazo?
Tus ojos de obsidiana cuantas salmodias han cantado
Esos dioses de alivio son sus cantos
La palabra sutil fragua en los labios el sendero frutal
Que visitamos cuando juntos pisamos de la aurora
El doblar de campanas y canarios
Solo es juego madre la ventura
Magro viento luengo espacio
Por eso ardo en la semilla
De la flor de tu regazo
Y repito la frase que al dormirme
Canturreaban tus ojos en mis manos
La moneda que escuchas tintineante
No es el tono de mi pago
Es de nuevo tu voz que se registra
En el íntegro rodar de un mismo canto.
2 comentarios:
Poema antologizable para festivales de dias de las madres o, lo que es lo mismo, dieces de mayo. En serio es un bonito poema.
Gracias Luis, he leído con gusto tus coments, quien sabe por que en estos días ha salido tanta pendejada de mi cabeza, lo bueno que he aprendido a prescindir del siquiatra, reconociendo que la única locura viable y benigna, por cierto, es ese pedo magnífico que algun romántico bunche no atinó a llamar amor.
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