29.12.06

De rima oculta.


¿Alguna vez pensaste que yo me iba a enfrascar en la ruta de los pájaros, madre, para salvar los cantos de la infancia, acunados a la luz de tu regazo?

Tus ojos de obsidiana cuantas salmodias han cantado

Esos dioses de alivio son sus cantos

La palabra sutil fragua en los labios el sendero frutal

Que visitamos cuando juntos pisamos de la aurora

El doblar de campanas y canarios

Solo es juego madre la ventura

Magro viento luengo espacio

Por eso ardo en la semilla

De la flor de tu regazo

Y repito la frase que al dormirme

Canturreaban tus ojos en mis manos

La moneda que escuchas tintineante

No es el tono de mi pago

Es de nuevo tu voz que se registra

En el íntegro rodar de un mismo canto.

2 comentarios:

Luis Rodriguez dijo...

Poema antologizable para festivales de dias de las madres o, lo que es lo mismo, dieces de mayo. En serio es un bonito poema.

Fernando Amaya dijo...

Gracias Luis, he leído con gusto tus coments, quien sabe por que en estos días ha salido tanta pendejada de mi cabeza, lo bueno que he aprendido a prescindir del siquiatra, reconociendo que la única locura viable y benigna, por cierto, es ese pedo magnífico que algun romántico bunche no atinó a llamar amor.