14.1.08
Valió la pena.
Convocar a los amigos, con el pretexto de la presentación de un disco llamado Tonada de mar, disfrutar en confianza la música que regresó a los corazones que la procrearon, amarnos los unos a los otros con un signo de respeto y esperanza, encender los fósforos de nuestro mar para disfrutar, a través de la música, las faenas de pesca sobre el aproche de los aplausos inmerecidos, seguir con la convivencia hasta el filo de la madrugada con una botana de chascarrillos y cuentos colorados, todo eso este doce de enero en Zipolite, valió la pena.
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