Crónica campirana de la presentación del libro “Ojos que no ven, corazón desierto” de Iris García Cuevas, en Zipolite

Estábamos ahí y también estuvo Chevo Ríos que cantó “El marido de la peluquera” de otro diente grande su compañero: Pedro Guerra. Luego de que lo abrí mi boca para decir: “Aquí, entre amigos, Iris García Cuevas nos va a compartir reflexiones sobre su libro Ojos que no ven, corazón desierto y, además nos leerá algún relato del volumen, para deleite nuestro”, Nadia Alvarado desplegó cuatro hojas bond con anotaciones manuscritas, ponderando la obra en cuestión, refiriéndose al racismo internalizado, al machismo y a los abusos de una sociedad injusta y autoritaria, tópicos que han pasado de ser lugares comunes, a ser, lamentablemente, hechos comunes. En todo caso, lo no común es la forma en cómo Iris decidió abordar los diez relatos de su libro, el conocimiento y manejo de la técnica narrativa de que hace gala y el ejercicio dramático en el desenvolvimiento de los personajes, que deambulan a lo largo y ancho del libro, como huyendo de la oscuridad, el infortunio y las mafias de toda laya. El de la boca todavía abierta, abonó un tanto a la apreciación del sabor de los cuentos, pizcas del tremendismo, muestras médicas no negociables del relato de misterio y la novela negra (por voz de la autora) concebida forense en el mundo angloparlante, por la mitad del siglo que antecedió al presente. Después de estos disertos expresados y a guisa de complacencia, la autora leyó los cuentos “Sueños de arena” y “Poliedros conjugados” ubicados, hemisféricamente, en cada cual de las partes. La voz de la autora los desprendió de las hojas, como en un ejercicio de reafirmación escritural, a veces, forzando la voz castigada por algún resfrío impertinente. Así fue esto. De la convivencia, como virutas de un recuerdo, ahí quedaron las risas, el vino, la Jamaica y Chevo Ríos desencordando “El amontillado”, para honrar, comedidamente a la autora y sus invitados. Iris García Cuevas y su arco de papel “Ojos que no ven, corazón desierto” en Zipolite, el 11 de junio del año actual, estando los que estuvimos y uno que dijo ser hijo de Poe.