Te vi en el mismo lugar donde ahora evoco
aquellas horas de feliz memoria
pero eras tu estoy seguro
la muchacha de la voz agreste
con el pelo abierto a la noche
en el espacio infinito de tus ojos
Yo viajé hacia el sur
para resistirme a aquel encanto
y entre los restos de una vieja tonada
solo conservé la espiga
que el silencio alimentó con su elocuencia
y me fui apagando por ir tras el sol
mientras tu voz crecía
como una fronda de pájaros celestes
Ahora toma de mis manos
este polvo que la luna dispersa
y conjura con tu aliento mi nostalgia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario